¡Hacía 10 años que la vida no nos permitía regresar!
La pandemia golpeó, nos casamos y tuvimos bebés, pero siempre planeamos regresar al Diria. ¡Wow, cómo han mejorado! El servicio siempre ha sido de primera en el Diria y eso no ha cambiado. Juan, nuestro conductor, que nos llevó, fue muy amable y disfruté mucho de nuestra conversación. ¡La comida y las vistas en Brisa Mar fueron increíbles! Nuestro camarero, Ruslan, siempre estuvo atento a nuestras necesidades. Ahora el resort ofrece alquiler de tablas de surf, y Gaston fue súper amigable y conocedor, ayudándonos a montar olas de inmediato. Alison, en la piscina solo para adultos, hace los mejores mojitos de todo Tamarindo, y disfrutamos charlando con ella. ¡Genesis en el restaurante de sushi fue increíble, y wow, ese rollo de salmón picante estuvo buenísimo! Esta fue la primera vez de mi esposa aquí, y ahora quiere traer a toda la familia extendida. El Boulevard de Tamarindo está más desarrollado y sigue siendo tan seguro como siempre. No podemos esperar para compartir la experiencia de "Pura Vida" con las personas más importantes en nuestras vidas. ¡Bien hecho, Diria!
